Charlas en la Cafetería del Barrio
Por Alberto Mora
@alberto_mora
-La conmemoración de la fundación de una institución académica es un recordatorio de que la educación es la base para construir un futuro lleno de posibilidades.
“Este año el 3 de marzo nos invita a reflexionar sobre cómo en cada etapa de la historia las universidades pueden y deben contribuir a forjar generaciones de pensadores y de líderes comprometidos. Porque las universidades se conciben como centros neurálgicos de transmisión y producción de conocimiento y, por eso, son elementos fundamentales para la transformación y cohesión de las sociedades.
“Las universidades no solo generan sabiduría que impulsa el progreso científico y tecnológico, sino que también cumplen una función integradora, facilitan la socialización y la internalización de valores compartidos”.
Así arranca la charla en la cafetería del barrio, donde el Profe se da cita con un par de amigos con los que comparte dos gustos; uno, disfrutar del delicioso café tostado en el Taller de Espresso, y, dos, el intercambio de conocimientos.
Diego, académico, sociólogo y amigo de la infancia del Profe, solicita un “flatwhite” al barista, mientras se incorpora a la charla comentando:
-Recordemos como Émile Durkheim sostenía que la educación, en tanto institución social, es clave para la formación de una conciencia colectiva que garantiza la cohesión y el orden social.
“Según el dicho de Durkheim, al interior de la universidad se construyen los cimientos de la solidaridad moral, lo que permite a los individuos integrar normas y valores que trascienden lo meramente individual”.
Kary, comunicóloga y candidata a Doctora en Ciencias de la Comunicación, apaga su cigarrillo para incorporarse a la charla agregando:
-En este mismo orden de ideas, Pierre Bourdieu enfatiza el papel de las universidades en la reproducción social. Señala que estos centros de educación generan y distribuyen capital cultural. Bourdieu explica cómo la educación universitaria no solo transmite conocimientos, sino que también legitima ciertos modos de ver el mundo y distribuye recursos simbólicos que a su vez, influyen en las estructuras de poder y en las desigualdades sociales.
“Tanto Durkheim como Bourdieu, reconocen que las universidades desempeñan un papel dual: son motores de innovación y desarrollo cultural y, a la vez, son espacios donde se configuran y se reproducen las dinámicas sociales que idean, que estructuran y que construyen nuestras sociedades”.
El Profe solicita otra ronda de cafés para cada uno, pide la cuenta y a manera de conclusión comenta:
“Sin ser egresado de la Universidad Autónoma de Guadalajara, debo destacar que la UAG es una institución con una historia fascinante, marcada por la lucha ideológica, la innovación académica y su impacto en la educación superior de México. Su legado se sigue construyendo y, sin duda, seguirá siendo un referente en la educación privada del país.
“’La Universidad y la política en el México del siglo XX’ es un estudio que documenta por qué la UAG es una de las instituciones privadas más emblemáticas de México. Cómo nació a principios del siglo pasado en un contexto político y social bastante tenso en México y en Jalisco. En medio del conflicto entre sectores conservadores y el gobierno posrevolucionario, que tenía una fuerte influencia socialista en la educación.
“Manuel García de León, en su trabajo que denominó “La Universidad y el Estado en México”, narra episodios de enfrentamiento entre visiones centralistas y demandas de autonomía. Así fue como la inconformidad de grupos de académicos, estudiantes y profesores, rechazaron y decidieron separarse de ese modelo educativo para fundar su propia institución, con una visión basada en la libertad de cátedra y la autonomía universitaria.
“Entonces así nace la Universidad Autónoma de Guadalajara, enarbolando la misión de ofrecer una educación independiente del control gubernamental.
“Ya en la segunda mitad del siglo XX es cuando la UAG crece en infraestructura, ampliando su matrícula y consolidándose como una de las universidades privadas más importantes de México.
“Hoy, sin duda, la UAG sigue siendo una de las universidades privadas más prestigiosas de México porque ha evolucionado, modernizado su infraestructura y ampliado su oferta académica, incluyendo programas de posgrado, internacionalización y colaboración con universidades extranjeras.
“Brindemos, pues, por esta trayectoria y por el futuro prometedor que se sigue forjando en cada aula, en cada debate y en cada proyecto que emana de las universidades en Guadalajara. Y que el legado de la UAG inspire a las futuras generaciones a continuar construyendo un camino de excelencia y transformación”.