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Altagracia Gómez Sierra y la Nueva Gobernanza Económica

Por Alfonso Gómez

@ponchogomezg

La multiplicidad de temas, su complejidad, la exigencia de resultados y la estrechez financiera giran en el centro de las responsabilidades estatales. La agenda pública tiende a sobrecargar las responsabilidades de los gobiernos, situación que reclama nuevos andamiajes institucionales para la definición y aplicación de las políticas públicas.

México no es la excepción. La urgencia de recuperar altas tasas de crecimiento económico, participar activamente en los esquemas de relocalización industrial, ingresar al mundo de la innovación y cambio tecnológico y aprovechar las potencialidad que nos ofrece la vecindad con el mercado más grande del mundo, impulsar los nuevos perfiles que exige el mercado laboral a la vez que enfrentar rezagos estructurales como el desequilibrio regional y la desigualdad social, son tan solo algunos ejemplos relevantes de la polifonía gubernamental.

El atinado nombramiento de la brillante empresaria jalisciense Altagracia Gómez Sierra al frente del Consejo Asesor Empresarial para el desarrollo regional y la relocalización industrial por parte de la Dra. Claudia Sheinbaum representa un significativo y potente mensaje de lo que llamaríamos una nueva gobernanza económica.

Queda claro que los viejos conceptos de gobernabilidad donde las capacidades exclusivas del gobierno buscan dar cauce y solución a los problemas públicos deben ser remplazado por los conceptos de gobernanza a partir de la incorporación activa, colaborativa y corresponsable de los actores no gubernamentales en los quehaceres de la administración pública.

En la actualidad, los tradicionales capitales cruciales para el crecimiento y desarrollo económico y que conocemos como el capital humano, el financiero, tecnológico y de recursos humanos, abren paso al poderoso y transformador capital social que detona la participación empresarial y laboral en la agenda económica de los gobiernos aportando suma de voluntad, compromiso, participación, confianza y credibilidad. Todos estos, potentes incentivos intangibles indispensables en las economías competitivas y desarrolladas.

Las reacciones positivas que han expresado los diversos actores económicos del país al nombramiento de Altagracia Gómez Sierra confirman lo anterior. Desde esa fecha se ha venido articulando al interior de los grupos empresariales un discurso, una narrativa y un ambiente favorable para el apoyo y suma de voluntades en torno a las tareas económicas estratégicas del próximo gobierno dándose pasos firmes de gobernanza económica.

Al hablar con empresarios, líderes sindicales y académicos se percibe el ánimo que levanta la responsabilidad de Altagracia Gómez. El mensaje es potente.  No solo es la capacidad de la empresaria jalisciense para crear un espacio institucional de interlocución y procesamiento de proyectos económicos, son también sus atributos para la generación e impulso de un proyecto económico con visión y perspectiva de largo plazo, de reconocimiento de las tendencias globales y de asumir la urgencia de no quedarnos al margen en la reconfiguración productiva del mundo; solo así se podrá gestar una economía que resuelva los problemas del empleo, de los ingresos y del bienestar de las presente y futuras generaciones.

Enhorabuena por Altagracia Gómez Sierra y lo que significa su nueva responsabilidad.

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