TRIADA
Por Jorge Jaime Hernández
Master en Administración y Periodista
En declaraciones puntuales, ahora ya muy claras, la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo se va deslindando del actual presidente Andrés Manuel López Obrador, señalando que él no le dice qué tiene que hacer y mostrando en este último tramo del gobierno de transición la continuidad de la propuesta obradorista sobre la reforma al Poder Judicial, pero con grandes matices, dejando atrás el “sin cambiarle una coma a las propuestas”.
Vaya que ha despertado interés e inquietud en los mercados de valores, bancos, aseguradoras e inversionistas el triunfo de Morena con todo lo que representa tener en un país un pensamiento de izquierda, en un mundo globalizado cuya directriz es el capitalismo. Nuestros socios comerciales, Estados Unidos y Canadá, en el T-MEC están haciendo su juego y muestran sus recelos, sobre todo en este cambio donde se está proponiendo que el Poder Judicial sea integrado por elección popular, una situación que es enormemente compleja por la manera en que está desarrollándose la justicia en México.
En las reuniones para evaluar y poner señalamientos, ahora los que saben dicen que es importante una revisión y reforma al Poder Judicial, pero con sus matices donde, por ejemplo, se habla del costo de hacer un cambio abrupto de jueces sin tomar en consideración todos los méritos de experiencia y conocimientos que ahora existen en la carrera de ascenso para escalar puestos.
Se dice que uno de los principales resultados sería la paralización de tres millones de casos por esta acción, por lo que hacer el cambio que proponen se podría aplicar de manera escalonada y en un tiempo razonable; aunque en este caso, claro que el actual presidente tiene sus propios datos y dice que no se opone a esto, pero que se le debe dar prioridad y celeridad a este tema. Por supuesto que él lo ve así, por el tiempo que le queda al mando y siente que debe quedar resuelto esto en este último trimestre… cosa que se ve muy complicada.
La situación económica ha tenido movimientos en lo referente a la paridad cambiaria, el peso se ha venido devaluando de tal forma que ahora se asume como una de las monedas más débiles con un tipo de cambio arriba de los 18 pesos y que su fluctuación va al alza, precisamente por ese nerviosismo acerca de las decisiones políticas y legislativa en México.
Por otra parte, se han dado muestras de cambio al presentar al próximo gabinete donde la mayoría tiene experiencia y capacidad dentro del ramo que le encomiendan, lo que ha ido perfilando una posible manera de concebir la administración entrante en el gobierno federal.
Habrá que esperar sorpresas en el gabinete ampliado, pero seguramente esa será la tónica y manera en que se presentarán los próximos integrantes, dejando atrás el concepto de 90 por ciento de obediencia ante el 10 por ciento de eficiencia, tan criticado en el sexenio que termina.
Lo bueno de todo esto es que se está trabajando con apertura y sin presiones de absolutismo, tal como se preveía, según los enemigos del régimen de AMLO y su continuidad al frente de México a través de Claudia Sheinbaum.
Recordemos que muchos presidentes han declarado que se equivocaron al designar a su sucesor porque no siguieron su ruta. Los casos más sonados mencionan a Gustavo Díaz Ordaz y la designación de su secretario de gobernación, Luis Echeverría Álvarez, quien dio inicio al endeudamiento de México y legando el poder a José López Portillo (JOLOPO).
Al preguntarle a Díaz Ordaz sobre la actuación de Echeverría al mando del gobierno nacional, simplemente dijo de su decisión de apoyarlo: “simplemente me equivoqué”.
Y de esa manera con los siguientes presidentes, donde cada uno se fue deslindado de la tutela y de los malos manejos y errores del pasado dirigente para mostrar sus propias maneras. No se ha dado el caso en que se diga que es una copia de lo mismo, hablando de planes y gobierno, se dice que México se renueva cada sexenio, porque no se les da CONTINUIDAD a las cosas buenas, situación que podría suceder ahora, ya que existen varias cosas buenas que el sexenio está dejando y vale la pena continuar, mientras que otras tienen una gran ventana de oportunidad para mejorarse.
Los grandes temas, y por lo que la gente votó a favor, son indiscutiblemente los programas sociales de ayuda a los que menos tienen, pero los que preocupan más a todos se refieren a la administración de la salud pública, donde es necesario darle un gran apoyo al IMSS para que funcione correctamente, para que se dé el abasto de medicinas y, sobre todo, para acabar con el cáncer que vivimos de inseguridad a lo largo y ancho de la nación.
Un mejor manejo de la justicia y la aplicación de la constitución de manera justa, es la tarea en que se deberá enfocar este nuevo gobierno para tener un rumbo que realmente pueda ayudar a todos. El Pueblo no sólo son las personas de menos recursos o sin estudios, tal como se le ha venido etiquetando… El Pueblo somos TODOS. Pobres y ricos, jóvenes y viejos, iletrados y cultos, es decir todos los que habitamos en México y somos diferentes, con necesidades distintas. De ahí que se requiera un gobierno de inclusión donde todos quepamos y dejemos de hacer lucha de clases y antagonismo que evitan la cordialidad y la unidad en búsqueda de las mismas metas; es decir, fijar un rumbo donde todos quieran caminar y apoyar… ¡Esa es la tarea! ¿Sí o No? Medítalo.
