El gobernador con licencia -aun hoy- de Nuevo León, quiso imponer a su sucesor interinamente contra lo que establece la Constitución y el mandato de la Suprema Corte y el Tribunal Electoral. Prefirió no buscar la Presidencia de la República antes que permitir que no lo sucediera quien él quería. Le descompuso el proyecto a Dante Delgado.
Por Julio César Hernández
Quería ser presidente de la República. Era precandidato único de Movimiento Ciudadano a ese cargo, sin nadie que le estorbara internamente. Gritaba y presumía a los “cuatro vientos” que en un lapso de apenas diez días ya había rebasado en las encuestas a Xóchitl Gálvez y se encontraba en segundo lugar en la preferencia ciudadana, y que era cuestión de tiempo para desaparecer de la faz política del país a los partidos de la “vieja política”: PAN y PRI. Ya era gobernador con licencia, aprobada por el Congreso del Estado. Y, sin embargo, decidió dar marcha atrás, “colgar los tenis” fosfo-fosfo, y quedarse a gobernar Nuevo León cuando apenas habían transcurrido dos años de su administración y le resta por cumplir cuatro más.
Samuel García Sepúlveda, pese a contar con todo el escenario favorable para buscar ser el sucesor del presidente Andrés Manuel López Obrador, según su visión; la de su coordinador de precampaña, el diputado Jorge Álvarez Maynez; y la de los precandidatos de Jalisco a la gubernatura y presidentes municipales, así como de los aspirantes a una diputación federal y local, se enredó en una maraña jurídica que llegó hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y fracasó en su capricho de imponer como sucesor a su secretario general de Gobierno, cuando esa facultad le corresponde al Congreso del Estado por mandato de la Constitución de Nuevo León.
Una Constitución que fue reformada por iniciativa del propio Samuel García, que se convirtió en la primera “víctima” de la misma, pues aseguran que fue quien propuso que se eliminara del texto constitucional el párrafo que establecía que el gobernador interino debería ser de la misma plataforma del Mandatario que se separaba temporalmente del cargo.
Ahora la actual Legislatura, con mayoría (24) de diputados del PAN y del PRI, decidió aplicarle al entonces precandidato presidencial de MC la nueva reforma y designó como gobernador interino al vicefiscal Luis Enrique Orozco Suárez, cuando mediante diversos recursos legales García Sepúlveda pretendía dejar como su relevo a Javier Navarro, secretario general de Gobierno, incluso en desacato no solo con lo que dice la Constitución estatal sino con lo mandatado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial.
La noche del viernes, poco antes de las cero horas de ese día, Samuel García decidió hacer efectiva la licencia que días atrás le había aprobado el Congreso del Estado para separarse del cargo y estar en posibilidades legales de ser candidato a la presidencia de la República, pues la Constitución obliga a quien aspire a ello debe separarse del cargo seis meses antes del día de la elección. Lo hacía confiado en que un Juez de lo Laboral de la Ciudad de México resolvió a su favor una suspensión para que el secretario general de Gobierno asumiera interinamente la gubernatura. Sin embargo, a menos de diez minutos de la medianoche la Suprema Corte ratificó que el gobernador con esa calidad era quien designó el Poder Legislativo, que era el vicefiscal Luis Enrique Orozco Suárez.
Y fue así que Orozco Suárez llegó a Palacio de Gobierno para asumir el cargo de gobernador interino, y ahí fue notificado que también haría acto de presencia el gobernador con licencia para platicar. Sin embargo, según lo dijo aquel en la entrevista que concedía a los medios de comunicación, esperó la llegada del ya precandidato presidencial varios minutos, pero no llegó, por lo que decidió bajar a atender a los reporteros. Y en eso estaba cuando un oficial se le acercó para decirle que Samuel García ya había llegado y lo estaba esperando.
El gobernador interino decidió no regresar a la parte alta de Palacio de Gobierno y se retiró luego de concluir su encuentro con los medios de comunicación, pero antes se le acercó el secretario Javier Navarro para notificarle, entonces, que Samuel García había decidido no validar la licencia y que reasumía el cargo de gobernador. Luis Enrique Orozco le respondió que a quien debería de notificar de esa decisión era al Congreso del Estado, el que actuaría en consecuencia.
Minutos después abandonó Palacio de Gobierno García Sepúlveda, a quien se le notaron huellas de padecer alopecia -pérdida de cabello en forma de lunares-, presuntamente motivado por el estrés de lo vivido en esos días.
Esa noche, los neoloneses se fueron a dormir con Luis Enrique Orozco como gobernador interino y Samuel García como gobernador con licencia, queriendo reasumir el cargo de gobernador en funciones sin cubrir los requisitos legales necesarios para ello.
CAMBÓ EL PAÍS POR UN ESTADO
¿Por qué si ya tenía la licencia aprobada para dejar el cargo; si logró en diez días colocarse en segundo lugar en encuestas, aunque nunca presentó ni nadie ha visto una que lo demuestre, pero que bastó que él dijera eso para que sus simpatizantes se la creyeran; si había sido capaz de provocar pavor a sus adversarios de la “vieja política”; y en menos de dos semanas “cimbrar” el sistema político en el país -como lo dijo el sábado por la noche en su mensaje a los mexicanos y neoloneses-, Samuel García decidió no buscar ser presidente de México sino quedarse como uno más de los gobernadores en el país, de su estado natal Nuevo León?
¿Por qué Samuel García se empeñó hasta la ridiculez a ser él quien dejara o impusiera a su sucesor interinamente y no acató lo establecido por la Constitución que juró respetar y hacer respetar al asumir la gubernatura?, preguntó todo mundo al enterarse de la decisión del gobernador con licencia.
¿Por qué si de acuerdo a él mismo, a lo que decían sus simpatizantes y auguraba su partido y quien lo dirige, Dante Delgado, estaba en camino de ser el próximo presidente de la República, prefirió hacerse “chiquito” y mantenerse como gobernador de Nuevo León?
¿Por qué tanto temor a que quedara como gobernador interino quien no era parte de su gabinete? ¿Por qué a Luis Enrique Orozco sí lo quería de Fiscal General del Estado y no como gobernador interino? ¿Qué temía que conociera quien lo revelaría en el cargo, que tanto empeño puso en ser él quien impusiera a su sucesor, violentando la propia Constitución de su estado?
¿Hay algo que necesita que alguien le “cuide la espalda”, como para oponerse a la facultad que la Constitución le otorga al Congreso para designar al gobernador interino? ¿Por qué declinó defender al país de quienes hacen la “vieja política” y decidió concentrarse en defender solamente a Nuevo León?
Estas son algunas de las muchas preguntas que generó su decisión de pretender no hacer válida la licencia de la que ya estaba gozando, y querer asumir nuevamente el ejercicio de la gubernatura sin notificar como debe de ser y a quien corresponda.
Y pese a que la decisión de no participar en la contienda por la presidencia de la República y asumir nuevamente el ejercicio de la gubernatura, fue de él mismo por quién sabe qué razones, decidió culpar a sus “villanos favoritos”, PAN y PRI, de ser los responsables no solamente de no haber sido precandidato presidencial de Movimiento Ciudadano sino de todo el embrollo jurídico que sus propias decisiones provocaron, rayando, incluso, en lo absurdo.
COLOSIO: “NO ES NUESTRO TIEMPO”
Su propio compadre y presidente municipal de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, le advirtió que se quedara a gobernar Nuevo León porque este no era su momento.
“Tengo sentimientos encontrados y yo se lo dije abiertamente al gobernador, que además de mi amigo es mi compadre, Mariel su hija es mi ahijada, y con es confianza yo sí le dije, al igual que mi persona, yo creo que este no es momento, no es nuestro momento”.
luis Donaldo Colosio riojas / presidente municipal de Monterrey.
Fue más allá: “El gobierno del Estado ha tenido una gestión agridulce, todo mundo lo hemos podido ver; y lo peor es que no se ha podido manejar una política interior, y no todo es culpa del gobierno; y estamos en un franco estado de ingobernabilidad, y la gente no queremos eso, queremos mucha más madurez… haber, ¡maduren, carajo! Están en un trabajo difícil y por favor déjense de payasadas”.
Y contra lo que sostenía en aquel entonces el aún gobernador Samuel García, sostenía: “La Constitución es muy clara: la decisión de nombrar al (gobernador) interino descansa en el Congreso del Estado, le guste o no a quien le guste, le pese o no a quien le pese, y eso es algo que debemos de respetar”.
Incluso, el viernes mismo cuando Samuel García tenía que decidir si hacía válida o no la licencia que le otorgó el Congreso, Luis Donaldo Colosio declaró que el estado vivía un momento de ingobernabilidad y se pronunció porque interviniera el Senado de la República y declarara la desaparición de Poderes.
Pero no sucedió.
Hasta el momento de redactar este texto -domingo por la mañana-, Samuel García se mantenía como gobernador con licencia, lo que lo habilita para ser precandidato presidencial, y Luis Enrique Orozco Suárez como gobernador interino. No descarten que en el transcurso del domingo mismo sus condiciones hayan cambiado y hoy ya esté despachando nuevamente en la oficina principal de Palacio de Gobierno.
¿CANDIDATO DE PALACIO?
Como lo hizo con la candidata del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez Ruiz, fue el presidente Andrés Manuel López Obrador quien desde la “mañanera” “destapó” a Samuel García como el candidato de Movimiento Ciudadano a la presidencia de la República, aún y cuando “sonaba” el nombre de su ex canciller Marcelo Ebrard Casaubón como la “carta” que Dante Delgado tenía bajo la manga para hacerlo su candidato presidencial.
Zigzagueante en su discurso, Samuel García se encartaba y se descartaba como aspirante presidencial. Lo mismo hacía Dante Delgado, quien lo mismo decía que aquel se iba a quedar a terminar su sexenio como que era un buen prospecto para la candidatura.
Pero la versión que siempre se sostuvo, con y sin Ebrard a la vista, es que la candidatura de Samuel García era impulsada desde Palacio Nacional. Y había motivos para creer eso, pues lo mismo salía a defenderlo el mismo López Obrador que la precandidata presidencial Claudia Sheinbaum, quien aún el sábado reprochaba a los diputados “regios” no haber designado a un gobernador interino del partido naranja.
Y es que el gobierno de Samuel García ha recibido total apoyo presidencial para la realización de obra en Nuevo León, aunque él se sigue quejando de que el gobierno federal es muy lento para aportarle los recursos que necesita y que le prometieron, como es para realizar las obras necesarias a fin de que se instale en su estado la empresa Tesla, que presume como un gran logro de su administración, pero que hasta el momento todo es una mera ilusión, pues no se ha colocado ni un ladrillo de la misma.
Ahora que el gobernador está en desgracia, no han faltado las versiones de que fue “abandonado” por Palacio Nacional, que sólo fue “utilizado” por el titular del Ejecutivo federal y que por eso no “metió la mano” como debió de hacerlo la Secretaría de Gobernación, ante un conflicto de la naturaleza que se vive en Nuevo León.
¿QUIÉN RELEVARÁ A SAMUEL?
Luego de que por la tarde-noche Samuel García emitió un mensaje en sus redes sociales acusando al PRI y al PAN de haberlo querido chantajear para aceptar la designación de Javier Navarro como gobernador interino a cambio de prebendas, espacios y hasta dinero; de comprometerse a que en el 2024 la coalición Fuerza y Corazón por México no ganará ni una sola diputación en Nuevo León; y a que en el 2030 él será candidato presidencial -ahora sí-, el dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado Rannauro, pretendió darle un “espaldarazo” con un “tufo” de reprobación a todo o hecho en estos días y que acabó con sacarlo de la contienda presidencial.
En su texto, Dante decidió no “tutear” a Samuel García sino referirse a él hablándole de “usted”, como no lo había hecho nunca. Delgado Rannauro escribió:
“Samuel, magnífico mensaje.
“Estoy orgulloso de usted. Deseo de corazón que esta vivencia le sirva enormemente para su consolidación política.
“Será un gran gobernador de seis años y ya es uno de los liderazgos más frescos y dignos del mundo.
Dante Delgado / dirigente de movimiento ciudadano.
“En @MovCiudadanoMX nos sentimos motivados por sus palabras y, sobre todo, por el trabajo que realizaron usted y Mariana. En tan solo diez días, lograron sacudir la conciencia de millones de jóvenes y de la ciudadanía comprometida con un mejor futuro para el país.
“Cuenta con su amigo Dante, con la dirección nacional y los órganos de representación política nacionales y estatales.
“No está solo y lo acreditaremos en los hechos, frente a quienes intenten agraviarle.
“Vamos a ganar, con su ejemplo e ímpetu, Nuevo León y la Presidencia de la República.
“Gran abrazo. Dante Delgado”.
Este mensaje de Dante para Samuel generó suspicacias entre sus lectores por referirse a él con un tono muy ceremonioso, dirigiéndose a él con mucha cortesía y hablándole de “usted”. Incluso, hay quienes interpretaron que el dirigente nacional de Morena estaba enojado con Samuel García por todo lo generado en torno a su solicitud de licencia, pues trascendió que, incluso, el Mandatario con licencia “dinamitó” acuerdos que su dirigente nacional ya le había “planchado”.
Y es que ahora el partido Movimiento Ciudadano se encuentra ante el problema de a quién designa como su candidata o candidato presidencial, tras la declinación de Samuel García, y no faltó quien de inmediato volteara ver al propio Dante Delgado, quien ya tiempo atrás no se descartó de serlo; o al coordinador de la bancada emecista en la Cámara de Diputados y ex coordinador de la precampaña del gobernador con licencia, el diputado Jorge Álvarez Maynez. Sin embargo, habrá que ver que ambos cumplan con los requisitos que la ley exige para quien sea aspirante presidencial.
Pero ahí está también la senadora Indira Kempis Martínez quien se registró como precandidata, pero acuso a la dirigencia nacional de haberle negado el registro para favorecer a Samuel García. Ahora la pregunta es si le darán la oportunidad de contender o la “castigarán” por todo lo que ha dicho y escrito en razón de dejarla fuera para luchar por la candidatura.
Aunque se manejó que era resultado de la decisión de Samuel García de bajarse de la contienda presidencial, la verdad es que con tiempo atrás la dirigencia nacional de Movimiento Ciudadano había agendado para este lunes cuatro una Asamblea Nacional con carácter de ordinaria para tratar una serie de temas pendientes, pero ahora la agenda se verá obligada a modificarse porque el tema principal, y quizás único, es analizar y actuar sobre qué hacer ante la decisión del gobernador con licencia de “bajarse” de la contienda. Hoy la atención estará puesta en encontrar a alguien que cubra la vacante.
¿Tiene Movimiento Ciudadano una “carta” que cubra los “zapatos” que dejó Samuel García? Hay quienes voltean a ver al presidente municipal de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, pero él se ha descartado desde tiempo atrás e, incluso, reprobó que García Sepúlveda se haya apuntado para buscar la candidatura presidencial, pues dijo que debería de cumplir su palabra de gobernar seis años y que, además, no eran aun sus tiempos. Ni de Samuel ni Luis Donaldo.
¿Quién entrará al relevo de García Sepúlveda? Esa es la pregunta, entre muchas otras más, que deja el gobernador hasta hoy aún con licencia de Nuevo León.
