Opinión Política
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Presente, futuro y realidades de un PRI listo para el mañana

OPINIÓN INVITADA

Por Laura Haro Ramírez

Presidenta del CDE del PRI con licencia y excandidata a la gubernatura

@LauHaro

Para nadie es un secreto que el PRI atraviesa una de las más profundas crisis de toda su historia. Esta crisis, hay que decirlo, no es de hoy. Los casi cien años de vida del partido han ocasionado un desgaste natural en la marca; el paso de figuras que utilizaron las siglas de este instituto para su propio beneficio ha ocasionado una abolladura notable en la estructura del Revolucionario Institucional, además, eventos mismos de la historia de México han traído serias consecuencias para las y los priistas, incluso aquellos más jóvenes que aún no nacían o eran muy pequeños en aquel momento.

El pasado proceso electoral no es en sí mismo un evento diagnóstico, sino sintomático. En sintonía, pudimos ver que hay una especie de hartazgo hacia los partidos políticos de antaño por parte del electorado, y de los de más reciente creación podemos decir que esta crisis también les afecta en algún sentido, lo anterior sin descontar que vivimos una elección de Estado con intromisiones constantes del Gobierno Federal, carretadas de dinero público utilizadas y el uso de miles de servidores públicos al servicio de Morena y sus aliados.

En este escenario una pregunta envuelve el ambiente político: ¿Cuál será el destino del PRI? La pregunta en sí misma refleja la importancia del Partido Revolucionario Institucional para la vida pública del país. Solamente un partido como este puede generar tal interés en propios y extraños.

Al tiempo de la interrogante acerca del destino del PRI, también ocurre un particular fenómeno en el que las voces críticas y la moralidad de quienes se dicen impolutos y quienes hacía años y hasta décadas atrás no se aparecían en el partido, de pronto salen de cada rincón a dar lecciones y querer reprender a quienes –como en una tormenta en altamar– luchan contra las inclemencias climáticas para salvar las naves.

Los que llegan de pronto a instalar un ambiente de discordia, son quienes al amparo del poder causaron daños al partido y quienes hicieron de todo para evitar encontrarse con la justicia; algunos otros prefirieron dar la espalda a su tribu política para apoyar a Morena y sus candidaturas. Son de todos los estados y hoy se agrupan para romper la unidad que las y los priistas hemos tejido en torno a un proyecto donde México va primero.

Al respecto, es inevitable preguntar: ¿Si ya se fueron, si ya causaron daño, por qué han de volver? y la respuesta, invariablemente, tiene que ver con la ambición. Sin embargo, vale la pena recordar una frase de un gran pensador priista, don Jesús Reyes Heroles, quien dijo: “Puerta abierta para que se vayan los oportunistas, mal que sufre cualquier partido”.

Dentro de todo este entramado político, las voces que llaman a la modernización del partido han tomado mayor fuerza en los últimos días. Ante ello, la idea de hacer un replanteamiento de fondo a la conformación estatutaria del PRI se ha vuelto una necesidad impetuosa dentro de la militancia del Revolucionario Institucional, y esta modernización se ha planteado en la 24 Asamblea Nacional Ordinaria del pasado domingo 7 de julio.

Al evento acudimos asambleístas de todas las entidades federativas, consejeros políticos y representantes de todos los sectores y organizaciones del PRI, con el propósito de discutir el presente y futuro de nuestro partido. Al ejercicio llegamos con una amplia preparación, pues previamente celebramos reuniones de consejos políticos estatales en donde recogimos el sentir de la militancia estatal y construimos propuestas y soluciones.

Al respecto de la Asamblea Nacional, mucho se ha hablado de la reelección del presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas. Sin embargo, hay que aclarar que no se trata de ello como lo han querido manejar en distintas mesas.

La reelección es parte de los sistemas democráticos en países europeos, sudamericanos y en nuestro vecino más importante, Estados Unidos; en estos casos no se habla de dictadura, autoritarismo o control absoluto sino de rendición de cuentas y buen desempeño.

La modificación estatutaria prevé la posibilidad de que la militancia reconozca, en un ejercicio democrático, el desempeño de sus dirigentes a nivel nacional, estatal y municipal.

Tras lo anterior, vale la pena citar un ejemplo local. En el municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos nuestro candidato a presidente municipal no perdió ni una sola de las casillas instaladas, esto habla del éxito del candidato, pero también del buen trabajo realizado por la dirigencia municipal. ¿Sería negativo darle continuidad en el cargo a esta dirigencia?

Igualmente se pusieron a consideración de la asamblea distintos dictámenes por los que se modifican disposiciones y estatutos del PRI, de los cuales destacaré cinco que a mi juicio son un paso enorme para la consecución de un partido incluyente, moderno y solidario.

Aprobamos promover la participación de las mujeres en un 60% de los cargos del partido, con la certeza de que la inclusión en cargos de liderazgo y toma de decisiones tendrá un impacto positivo en la formulación y ejecución de políticas públicas en un país donde las mujeres representan a la mitad de la población y sufren cada día violencia y discriminación.

Nos comprometimos a reconocer y apoyar los derechos y la inclusión de la diversidad sexual para promover una sociedad justa, inclusiva y equitativa mediante la Secretaría de la Diversidad Sexual.

Igualmente reconocimos la necesidad de fortalecer la promoción de los derechos, culturas y necesidades de los pueblos indígenas y afromexicanos dentro de las agendas del PRI, mediante la Secretaría de Pueblos Indígenas y Afromexicanos.

Rechazamos expresamente el neoliberalismo para promover la justa distribución de la riqueza y apoyar la creación y mantenimiento de programas sociales que beneficien al desarrollo de todas y todos los mexicanos.

Establecimos prácticas de rendición de cuentas para candidatas y candidatos priistas que resulten electos. Estos deberán realizar ante la militancia un informe anual de resultados y cumplimiento de principios en el ejercicio para el que fueron electos.

Además, para construir una mejor sociedad en el futuro, las y los asambleístas priistas incorporamos en nuestros documentos básicos el reconocimiento y la lucha por los derechos de las niñas, niños y adolescentes en nuestro país.

Sin duda alguna, los destinos del PRI dependerán de las y los priistas de a deveras, esos que no nos echamos para atrás y no conocemos la deslealtad, pero, sobre todo, de quienes estemos dispuestas y dispuestos a caminar ante la adversidad en busca de un mejor mañana.

 

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