Por Jesús Eduardo Corona Santana
Don Jorge Álvarez del Castillo nació el 22 de enero de 1917 (el mismo año en que se fundó EL INFORMADOR) y estudió Derecho en la Universidad Autónoma de Guadalajara, así como periodismo, ingeniería civil y arquitectura en México, Monterrey y Veracruz.
Desde su juventud se integró con su padre (don Jesús) al equipo de trabajo de El Informador, primero en los departamentos de Publicidad y Fotografía, y posteriormente, en el área Cultural y Editorial.
A partir del 25 de mayo de 1966, asumió la responsabilidad como Director-Editor del diario y de la empresa hasta su muerte, ocurrida el 6 de junio de 2005.
En los 39 años que estuvo al frente de esta casa editora, recibió un sinfín de reconocimientos como fue el 4 de octubre de 1992 por parte del Consejo de Colaboración Municipal de Guadalajara, al imponer el nombre de “Avenida Circunvalación Jorge Álvarez del Castillo” a la antigua Avenida Circunvalación Providencia.
En 2001 el alcalde tapatío Fernando Garza Martínez, le otorgó la medalla “Ciudad de Guadalajara” al mérito ciudadano.; en 2003, recibió la medalla “Francisco Arroyo Chávez”, del Consejo de Colaboración Municipal.
El primero de diciembre de 2004 la Universidad de Guadalajara lo distinguió como el “Bibliófilo 2004” y tres meses antes de su fallecimiento, el grupo de Jóvenes Empresarios de la Coparmex Jalisco, le otorgó el galardón “Salvador López Chávez”, al Mérito a la Innovación.
Sus padres fueron el periodista don Jesús Álvarez del Castillo Velasco y la señora Manuela Zuloaga.
“Correspondió a mi padre -recuerda su hijo Jaime-, el cambio del sistema de impresión caliente (linotipos) al frío, con cintas perforadas a través de computadora”.
Además, creció la empresa, con formatos modernos. Don Jorge posicionó al periódico en la vanguardia tecnológica y en equipo humano con el firme compromiso de dar a los jaliscienses información oportuna, veraz y con un criterio positivo, constructivo, orientador y de respeto a la dignidad humana.
Don Jorge unió su vida con la señora Stella Gregory Remus, de cuyo matrimonio nacieron Jaime, Carmen, Mónica, Estela y Carlos.
Muy joven aún, fue llamado por su padre para integrarse al equipo de trabajo.