Opinión Joven
Por Diana Isabel Camacho Espinoza
“Hablar de juventud es hablar del presente que construye el futuro”
La inserción al mundo laboral es el principal tópico del que hablamos los jóvenes al egresar de la universidad debido a que, en este punto, nos encontramos en una transición hacia la independencia económica, ya que hoy en día no se trata únicamente de “tener un trabajo”, se trata también de construir un proyecto de vida.
Como egresada de la licenciatura en economía considero sumamente importante hablar de este tema porque el hecho de que existan múltiples barreras o debilidades para la inclusión de los jóvenes al mundo laboral no solamente afecta nuestro bienestar individual sino también afecta directamente al desarrollo socioeconómico del país.
¿Qué retos enfrentamos los jóvenes para insertarnos laboralmente en México?
Entre los principales retos que enfrentamos los jóvenes al egresar se encuentran la precarización salarial, la discriminación por edad o falta de experiencia, falta de acceso a seguridad social, y sobre todo lo que más nos hemos percatado es de la desconexión entre formación académica y la demanda del mercado laboral.
A esto se suma que, de acuerdo con el Observatorio Laboral, el 34% de los profesionistas jóvenes se desempeña en la informalidad, sin acceso a seguridad social ni prestaciones, sumado a esto, según Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el 44% de los egresados en México termina trabajando en empleos que no requieren título profesional, reiterando la brecha entre educación superior y los requerimientos del mercado de trabajo.
Estas cifras evidencian de manera contundente y clara la inequidad estructural que enfrentamos como jóvenes para acceder a un empleo digno.
¿Qué modelo económico y social estamos heredando y qué queremos cambiar?
Uno de los obstáculos con los que también nos encontramos en la actualidad es que el sistema actual mexicano fue diseñado para un mercado laboral distinto, una economía que ya no existe, hoy en día estamos en la era de automatización y sobre todo de digitalización, por lo que considero indispensable adaptar la educación actual a las demandas del mercado laboral, educar a estas generaciones en competencias y habilidades digitales que no solo permitan desarrollar una profesión en el presente, sino adaptarnos a los cambios en el futuro.
Ante este panorama, pienso que la intervención del Estado se vuelve una pieza fundamental para transformar la realidad de nosotros los jóvenes egresados; es necesario que el diseño de políticas públicas en materia de empleo mejore la eficiencia de los programas que sexenio tras sexenio se desarrollan para las micro y medianas empresas y, en este sentido, veo necesario fortalecer los incentivos fiscales y financieros de manera permanente y no como simples programas.
Si aspiramos a un país más competitivo en todos los aspectos, debemos de empezar por ver a los jóvenes como actores estratégicos dentro del territorio nacional, generar una incorporación digna en el mundo laboral a la juventud traerá progresos tecnológicos, sociales y políticos muy favorables a largo plazo.
El futuro del país no se escribe sin su juventud, se escribe con ella, por eso hablar de juventud es hablar del presente que construye el futuro.
Egresada de la Licenciatura en Economía, CUCEA, Universidad de Guadalajara.