Charlas en la Cafetería del Barrio
Por Alberto Mora
@alberto_mora
-La obra de Cervantes ofrece una rica analogía para comprender las tragedias que enfrentamos debido a la incompetencia de las políticas y políticos responsables del gobierno.
“A través de los pasajes y personajes de El Quijote, se pueden encontrar paralelismos con las luchas y desafíos que una sociedad enfrenta cuando sus líderes no están a la altura de las responsabilidades que el voto de las personas, la Constitución y las leyes les han conferido”.
Así arranca Serapio la charla en la cafetería del barrio. Lector empedernido se acompaña de Remedios, su hermana, periodista y conductora de un par de programas de radio. Ambos cafeteros acostumbrados a poner sobre la mesa el comentario sobre un documental interesante, una buena película o un buen libro.
Hoy Serapio, después de haber releído a Cervantes y en ocasión de la vorágine que las precampañas provocan en la opinión pública, decide hacer un ejercicio de analogía que comparte con Remedios.
-La obra (El Quijote de la Mancha) no solo es una narración entretenida, sino también una reflexión profunda sobre las complejidades de la naturaleza humana y las consecuencias de la incompetencia en el poder. Esa obra maestra de Miguel de Cervantes es un espejo de la condición humana, sus luchas y sus tragedias.
“En ella, la figura del Quijote mismo y su visión distorsionada del mundo reflejan un estado de desencanto, a menudo provocado por la falta de entendimiento entre lo que es y lo que uno desea que sea.
“Esta compleja narrativa puede ser extrapolada a un escenario más amplio como el de nuestro país que sufre bajo un gobierno de funcionarios incompetentes, como un espejo de las tragedias que enfrenta la sociedad.
“La Mancha, la tierra árida y vasta donde se desarrolla la historia de El Quijote, puede ser metafórica nuestro entorno, lo que leemos en los periódicos lo que escuchamos en los noticieros, lo que vemos en la televisión. La descripción inicial de Cervantes sobre esta región como un lugar desolado y seco podría compararse con nuestro país, asolado por la delincuencia, con problemas estructurales en la administración donde la incompetencia gubernamental ha dejado marcas indelebles en el tejido social.
“La figura de El Quijote, un caballero en busca de justicia y nobleza, puede asemejarse al pueblo que anhela un liderazgo íntegro y responsable. Las luchas y desafíos que enfrenta Don Quijote pueden reflejar los obstáculos que la sociedad enfrenta debido a las decisiones erróneas o la falta de acción del gobierno.
“El pasaje donde Don Quijote confunde molinos de viento con gigantes puede ser una metáfora de cómo un gobierno incompetente puede malinterpretar los problemas reales del país y luchar contra adversarios imaginarios, desviando recursos y energía en lugar de abordar los problemas reales”.
Remedios interrumpe para solicitar un par de cafés macciatos para llevar, solicita la cuenta y a manera de conclusión comenta:
-La relación entre Don Quijote y Sancho Panza, su leal escudero, también podría asemejarse a la relación entre un gobierno y su pueblo. Sancho, con su pragmatismo y realismo, a menudo trata de disuadir a Don Quijote de sus aventuras idealistas, así como el pueblo intenta en ocasiones mostrar al gobierno la realidad que enfrenta.
“Sin embargo, la obstinación de El Quijote a veces refleja la terquedad de un gobierno incompetente que persiste en sus políticas a pesar de las consecuencias evidentes.
“La historia de Don Quijote y su trágico final, donde regresa a la cordura poco antes de su muerte, puede ser una advertencia sobre los peligros de persistir en la selección de candidatos incompetentes.
“Así, se podría reflejar la esperanza de que, incluso en el último momento, un gobierno o los ciudadanos puedan reconocer sus errores, revisar a quién darán su voto y buscar la redención, corrigiendo el rumbo antes de que sea demasiado tarde para las personas y para el país, para el estado, para el municipio, pero finalmente para las personas que vivimos aquí”.
