LA NOTA DEL EDITOR
Por Julio César Hernández
@jcentresemana
Estos tiempos de intercampañas servirán para que los partidos políticos formalicen las candidaturas de quienes contenderán por un cargo de elección popular de los miles que están en juego, principalmente la gubernatura.
Así, el fin de semana Laura Haro Ramírez recibió su constancia como candidata de su partido, el Revolucionario Institucional, mientras que Jesús Pablo Lemus Navarro la recibió como el abanderado oficial de Movimiento Ciudadano. Falta atestiguar cuándo sucederá lo mismo con Claudia Delgadillo González y saber quién se la entregará primero, si Morena que fue el que la postuló como diputada federal y llegó a San Lázaro como su representante, o el Partido Verde Ecologista al que se “brincó” por instrucciones de la misma dirigencia nacional morenista.
Este ejercicio que hizo el PRI, lo tendrá que hacer el PAN y el PRD que “arropan” también a Haro Ramírez como su candidata, en tanto que llegado el momento los partidos estatales Hagamos y Futuro, así como el Partido del Trabajo y el Verde o Morena, deberán de hacerlo con Delgadillo González.
A Lemus Navarro le bastó sólo la constancia del partido en el que no milita y nunca militará, como lo ha confesado él mismo.
Estos son los últimos tres días de enero y el jueves estaremos comenzando ya febrero, mes en el que los partidos políticos deberán de estar registrando ante las autoridades electorales, nacional y estatales, a sus candidatos a las gubernaturas, senadurías, diputaciones federales, diputaciones locales y presidencias municipales, luego de que al interior de estos institutos políticos se hayan avalado ya todas ellas.
Aparentemente no debería de haber sorpresas en estos registros si es que todos los partidos actuaron conforme a la legislación electoral, pero habrá que estar atentos por si alguna de las muchas quejas que se presentaron ante el Instituto Nacional Electoral, el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana o ya directamente al Tribunal Electoral Federal del Poder Judicial, proceden y cambian el rumbo de algunas de estas candidaturas que se creía iban “viento en popa”.
Las quejas pudieron haberse presentado por muchos motivos: actos anticipados de campaña, sobrepaso en los gastos de precampaña, violencia de género, se descubrió que alguien por ahí no cumple con su obligación de la pensión alimentaria o hasta que alguna candidatura no proceda por razones de género.
Por eso nadie de los que ya recibieron o recibirán próximamente sus constancias que los y las acreditan como candidatos o candidatas pueden “cantar victoria”, porque la política es el escenario donde aquel dicho de que “del plato a la boca se cae la sopa”, tiene mayor certeza. Nadie puede sentirse seguro hasta que no estén en la línea de salida y les den el “banderazo” de arranque. Y aún así, algunas candidaturas pueden venirse abajo.
Las autoridades electorales tienen también tiempos fatales para emitir sus resoluciones y seguramente deben ser antes de que comiencen las campañas. ¿A más de uno le “sacarán un susto” o le frustrarán sus deseos de ocupar el cargo de elección popular que creía que ya tenía “en la bolsa”?
Expertos en temas electorales, pero particularmente en Derecho Electoral y/o Constitucional han advertido que hay candidaturas que no debieron de proceder y que pueden “caerse al cuarto para las doce”, principalmente por resoluciones que tomó el Tribunal Electoral del Estado donde despacha solo un magistrado, su presidente Tomás Vargas Suárez, auxiliado por dos secretarios que asumieron la magistratura por ministerio de Ley, pues hasta el momento no se han elegido -¿convenencieramente?- a los dos magistrados faltantes.
Así, pues, más vale que quienes ya tienen su constancia de candidatos crucen los dedos para que dicha candidatura no quede sólo en el papel, sino que a partir del primero de marzo se les permita arrancar su campaña.
