Opinión Política
OPINIÓN

En la antesala del Nearshoring

REFLEXIONES

Por Gonzalo Leaño Reyes

El inicio de un nuevo sexenio gubernamental en nuestro país y nuestro Estado coincide con la apertura de una gran oportunidad de desarrollo, el nearshoring, nombre que se le ha dado a la relocalización de grandes empresas establecidas principalmente en Asia y que nos miran con verdadero interés para venir a establecerse en México y particularmente en Jalisco.

Hay motivos importantes para que se dé este fenómeno. Hace algún tiempo, los países asiáticos, especialmente China, fueron muy atractivos para las empresas trasnacionales, tanto por las ventajas que tenía su fuerte mercado interno como por los bajos salarios que se pagaban en aquellas regiones.

Hoy, las cosas han cambiado, pues si bien aquellos mercados internos se han fortalecido, enfrentan nuevos retos que les han restado atractivo; en primer lugar, han dejado de ser paraísos laborales y, sobre todo, las condiciones geopolíticas ya no son mismas de antes. La guerra entre Rusia y Ucrania y la tensión en Medio Oriente hacen insegura la operación de aquellas empresas que un día se establecieron exitosamente en el continente asiático. A ello se suman las dificultades y riesgos logísticos del traslado de insumos y mercancías por mar, la incertidumbre sobre el suministro de petróleo y gas y la creciente rivalidad política y económica entre Estados Unidos y China.

Esto ha dado origen al fenómeno del nearshoring. México es el destino perfecto para esta relocalización y ello nos coloca en una situación parecida a la de los años noventa, cuando la apertura comercial con Estados Unidos y Canadá por medio del TLCAN provocó un cambio radical en nuestra economía; fue entonces cuando México se transformó de país dependiente de la exportación de petróleo en una de las naciones más dinámicas en la venta de artículos manufacturados.

Jalisco fue uno de los estados más beneficiados con este cambio de paradigma económico, y hasta la fecha sigue siendo una de las entidades que mejor lo ha aprovechado.

El gran número de empresas que vemos actualmente en los parques industriales ubicados a ambos lados de la salida a Tlajomulco y de la prolongación al norte de la avenida Vallarta, por ejemplo, son una clara muestra de que Jalisco supo aprovechar aquel momento.

Hoy estamos en un nuevo punto de inflexión con el nearshoring, ante el cual Jalisco debe seguir aprovechando sus ventajas competitivas para iniciar una nueva etapa de desarrollo. Además de su ubicación, Jalisco cuenta con una sólida infraestructura física y humana que seguramente será muy apreciada por los inversionistas extranjeros.

Los estados del norte como Baja California, Sonora y Nuevo León, y los del centro como Aguascalientes y Guanajuato, también entrarán a la lucha por atraer las nuevas inversiones que se anticipan con la relocalización.

Es muy importante que el nuevo Gobierno de Jalisco aborde este asunto de gran importancia, como lo han hecho los anteriores, porque, justo es decirlo, este gran cambio en Jalisco se ha producido con gobiernos de distintos partidos políticos.

¡Ir por el nearshoring!, debe ser una de las consignas sexenales.

 

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