Charlas en la Cafetería del Barrio
Por Alberto Mora
@alberto_mora
-¿Te acuerdas que Séneca afirmaba que no hay viento favorable para quien no sabe a dónde va? Por eso vemos que los políticos, en los partidos, empiezan muy queridos y terminan siendo impresentables. No se plantean objetivos, siguen una estrategia de mercadotecnia, pero no se enfocan en lograr resultados específicos y medibles.
“Vivimos entre liderazgos populares que se enfocan en la aprobación y el apoyo de las masas, mientras que necesitamos líderes eficientes que se centren en lograr resultados y metas con una visión a largo plazo. Sería mejor que tomaran sus decisiones basadas en datos, en los reclamos de las personas y en evidencias en lugar de estar limosneando la popularidad momentánea”.
Así arranca Adriana la charla en la cafetería del barrio. Ella gusta de disfrutar la experiencia del café de origen, ese café que se cultiva en fincas cafetaleras de México y que ofrecen grano de altísima calidad.
Por las mañanas, antes de llegar al estudio de diseño donde trabaja, pasa por la cafetería donde se encuentra con alguno de sus vecinos con los que comparte lecturas, experiencias opiniones y, por supuesto, charlas sobre temas de actualidad.
En esta ocasión Marcela, amiga de la infancia, le hace segunda con un café espresso y responde al comentario inicial de Adriana afirmando:
-La administración pública, la política seria, exige objetivos. Impone la tarea de definir, planificar, monitorear, adaptar y responsabilizarse a fin de lograr resultados específicos y medibles en el ámbito gubernamental.
“Quienes entran en esa arena deben tener claro que un gobierno eficiente implica evaluar su capacidad para cumplir con sus funciones y servir a los intereses de la sociedad de manera efectiva y eficaz. Lograr un gobierno eficiente es un desafío continuo que involucra una serie de medidas, reformas y la colaboración de las múltiples partes interesadas.
“La identificación de los problemas comunes es esencial para mejorar la eficiencia gubernamental y satisfacer las necesidades de las personas. Por ejemplo, la corrupción. Es un problema crónico que afecta a todos los niveles del gobierno y la sociedad mexicana. La inseguridad y la violencia; la delincuencia organizada es un desafío significativo en México que los científicos políticos estudian y abordan el problema desde distintos enfoques. Pero también la desigualdad económica y la pobreza persisten como problemas sociales fundamentales que requieren atención.
“Por otra parte la protección de los derechos humanos y la rendición de cuentas en los casos de abuso cada vez son más escandalosos en la agenda política. Y, bueno, qué te puedo decir de la calidad y el acceso a la educación, son áreas que deberían ser de interés en la política, ya que están estrechamente relacionados con el desarrollo social y económico”.
Marcela interrumpe a Adriana para agregar:
-¿Y qué me dices de las relaciones internacionales? México enfrenta desafíos muy importantes en su relación con otros países, la política exterior es un tema de interés no solo para los científicos políticos. La participación política y la representación efectiva de los ciudadanos son temas críticos en la democracia mexicana hoy. La libertad de prensa y la relación de los medios de comunicación y el poder político son áreas de verdadera preocupación. Son temas dignos de un análisis político a profundidad.
“Estos son algunos de los principales problemas que los científicos políticos en México pueden abordar en sus investigaciones y análisis. Sin embargo, para las candidatas y los candidatos son desafíos y oportunidades. La identificación y definición precisa de los problemas son el mapa de ruta de cualquier político profesional, porque son los pasos fundamentales en cualquier proceso de resolución de problemas y toma de decisiones.
“No debe estar en política quien no tiene un propósito o una dirección clara en su participación, porque no importa cuántas oportunidades o recursos estén disponibles si una persona que aspire a dirigir el rumbo de una ciudad un estado o un país no tiene objetivos definidos o metas en mente, no podrá aprovechar esas ventajas de manera efectiva. Si los candidatos no definen claramente una dirección, su propósito o sus objetivos, las circunstancias favorables van a desaparecer. Sin un destino definido es fácil perder y desaprovechar las ventajas que se presentan en el camino. Y así ningún viento le será favorable a las personas”.
