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Las Reformas Laborales

NOTA DEL EDITOR

Por Alfonso Gómez Godínez

Los datos de la coyuntura, los que resultan de las proyecciones, no importa la fuente o institución- incluyendo el propio gobierno- todos confluyen en un mismo sentido: la economía mexicana está estancada, no crece, y la situación puede volverse insostenible.

El problema, además de coyuntural, es de carácter estructural. Independientemente del color del gobierno, los resultados del crecimiento han sido insatisfactorios. Al inicio del presente siglo aspirar a un crecimiento económico del 3% anual (a todas luces mediocre), se convirtió en el mantra de la política económica. La triste realidad es que ahora soñamos con alcanzar el 2%. Que lejanas se encuentran las décadas de la mitad del siglo XX cuando crecíamos al 6% promedio anual. Tiempos idos.

Múltiples son los factores que atenazan el potencial de nuestra economía. En la actualidad se habla de la incertidumbre global, de la inseguridad, de la falta de inversión y, sin lugar a dudas, de las características del mercado laboral.

En este sentido resulta sumamente oportuno discutir sin temores y comparsas el perfil laboral de nuestro país con la finalidad de tomar medidas para destrabar añejos obstáculos estructurales, pero a la vez reinventarnos ante el cambio tecnológico y las nuevas tendencias de los procesos de producción bajo la égida de la Cuarta Revolución Industrial.

Bajo dicha perspectiva resulta sumamente importante y significativo la realización en Guadalajara del Foro Nacional Laboral convocado por COPARMEX y del cual damos cuenta en la presente edición. El logro de un crecimiento económico alto, por arriba del 3% anual, sano y sustentable -basado en inversión productiva, innovación y productividad- y sostenido en el tiempo- eliminando los subes y bajas del ciclo económico- pasa, entre otros factores, por las cuestiones de índole laboral.

Hemos sido demasiado lentos para atender los requerimientos de modernización y cambio del sector laboral. La politización nos ha ganado, la ideologización nos oscure la mirada y hemos venido perdiendo tiempo. Hoy, más del cincuenta por ciento de la población ocupada se encuentra en la informalidad. Un reciente estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) afirma que en los próximos cinco años, más del 20% de los empleos cambiarán a nivel mundial y en consecuencia se acentuará la escasez de talento que vive México en las llamadas áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).

Como consecuencia del bajo crecimiento económico la generación de empleos muestra una tendencia a la baja. Banxico habla de que durante todo 2025 se van a crear hasta 200,000 nuevas fuentes de trabajo, mientras que las necesidades son de arriba del millón anual. Hablando de Generación Z, tan de moda por las recientes manifestaciones, nos encontramos con una porción de la población que no encaja en la lógica dominante del mercado de trabajo.

Lo que se debatió en el Foro Nacional Laboral debe ser tomado con urgencia por todos los actores involucrados en el quehacer productivo. Avanzar en la promoción del trabajo decente, consolidar los avances y resolver los retos que impone el nuevo modelo de justicia laboral, adecuarnos a las exigencias del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá en materia de política laboral, la aprobación y reducción de la jornada laboral de 40 horas, el desarrollo de nuevas habilidades y capacidades de los trabajadores, son parte sustancial de la agenda.

Urge ejecutar cambios profundos. El famoso “bono demográfico” se nos puede diluir en las manos si los amplios sectores de población infantil y joven no obtienen las herramientas tecnológicas, socioemocionales y habilidades blandas como condición para su incorporación al mercado de trabajo, a la vez de impulso a la productividad e innovación como motores de crecimiento económico.

Caminar en estos temas implica que empresarios y organizaciones sindicales desarrollen enfoques donde los acuerdos sean ganar-ganar. Donde los avances en productividad, de formación y capacitación se reflejen en mejores condiciones de vida para los trabajadores.

El Foro Nacional Laboral congregó a autoridades locales, estatales y federales, inaugurado por el gobernador Pablo Lemus, con la presencia de los presidentes de Coparmex nacional, Juan José Sierra, y de Jalisco Raúl Flores, de dirigentes sindicales como Juan Huerta de la FTJ, empresarios, académicos y litigantes laborales y académicos. Buena señal por la apertura y convocatoria. Finalmente es de resaltarse la presencia de José Medina Mora, próximo presidente del Consejo Coordinador Empresarial ya que, entre sus múltiples tareas, muy complejas por cierto, será la de impulsar los cambios laborales que el país requiere. No tenemos otra salida.

 

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